El sábado empezó con los ánimos un poco apagados, la aventura de nuestros exploradores llegaba a su fin y el grupo se había unido tanto que sería difícil despedirse.
De nuevo, el día nos acompañó, el sol brillaba con todo su esplendor y el autobús esperaba en la entrada del Thon Hotel Alta para llevarnos a la excursión en moto de nieve por los bosques de los alrededores de la ciudad.
Para ir en moto de nieve la compañía 70 degrees North nos facilitó unos trajes especiales en los que no notamos nada de frío. También nos dejaron guantes de piel revestidos con lana de oveja, botas de agua con forro polar interior, cortavientos, un pasamontañas y un casco. Estábamos irreconocibles!
Conducir una moto de nieve es tan fácil como conducir una scooter, pero es más difícil a la hora de girar el manillar, pesa una tonelada! Nos llevaron por los bosques nevados en las montañas de Alta, los paisajes eran preciosos.
En el camino nos encontramos con gente local esquiando, paseando en trineo de perros huskies o incluso en moto de nieve. Al llegar al punto más alto de la montaña, 420 metros por encima del nivel del mar, el pasiaje era totalmente distinto, parecía que estuviéramos en la luna! No había vegetación, ni casas ni vida animal, era un desierto de hielo y nieve. La pequeña tormenta de nieve nos impedía permanecer mucho tiempo en lo más alto, por lo que tuvimos que seguir el camino por senderos más fáciles, por primera vez nuestros exploradores conducían una moto de nieve.
Tras el largo e imponente paseo en moto, comimos en Gargia Fjellstue un delicioso estofado (denominado en noruego bidos) hecho a base de reno, patatas, zanahorias y cebolla. Este plato se sirve en las bodas samis y los invitados regalan el mejor reno a la pareja recién casada. Sin duda, la mejor carne de reno de toda Noruega.
Por la tarde, visitamos el Hotel de Nieve Sorrisniva, el primer hotel de nieve construído en Noruega. En el interior la temperatura era de -6 grados, pero la sensación era mucho mayor.
El hotel disponía de una acogedora iglesia para la celebración de bodas, de dos suites nupciales, una pequeña sala de cine y un bar.
Por la noche cenamos en el restaurante justo al lado del hotel Sorrisniva, la forma del restaurante recordaba a una lavvu, la tienda tradicional sami.
A mitad cena, una compañera nos avisó de que creía haber visto una débil aurora boreal. Dejamos la cena a medias y corrimos hacia fuera. Nos encontrábamos en pleno bosque, sin contaminación lumínica, por lo que la visibilidad de las auroras boreales sería única.
Al principio, la timidez y debilidad de las auroras boreales no nos permitía contemplarlas con facilidad, pero pasados unos 20 minutos, tomaron forma y color, empezaron a salir por todos los lados, por detrás de las montañas y de los árboles. Las estrellas acompañaban a este fenómeno natural tan alavado por la población sami y tan esperado por el visitante al Norte de Noruega.
No teníamos palabras para poder describir la emoción del momento, era simplemente un sueño hecho realidad.
La cena se enfriaba, por lo que regresamos a la mesa, pero la curiosidad nos pudo y volvimos a salir al exterior con la gran suerte de presenciar una enorme aurora boreal con forma de espiral.
A las 24 horas, como cenicienta, nos esperaba el autobús de vuelta al hotel. Dejar las auroras boreales a nuestras espaldas costó mucho, queríamos pasar la noche en vela y disfrutar de la magia de la naturaleza hasta que amaneciera.
Esa noche todos durmimos como nunca.
A la mañana siguiente, la despedida fue dura, nos había convertido en un sólido grupo que había compartido 10 días y no se había separado ni un instante.
Víctor regresó a Oslo, visitó el parque Vigeland y vivió la fiesta de los noruegos con motivo de la celebración de los Campeonatos Mundiales de esquí nórdico. Karl Johans gate estaba abarrotada de gente, de estatuas de hielo representando varios cuadros del famoso Munch, había numerosas casitas de madera que vendían pølster, salchichas especiadas, productos tradicionales, banderas y artículos con la bandera de Noruega, etc.
La aventura de nuestros exploradores ya ha llegado a su fin y esperamos que os haya gustado el viaje que han realizado durante estos 10 días.
Gracias por haber seguido este viaje para todos inolvidable!